El profesor del IPADE Carlos Ruiz, en el prólogo que escribe para el libro: BIENVENIDAS LAS CRISIS, escribe: "Finalmente, lo que nuestro autor nos propone es “una manera diferente de enfrentar las crisis, no como una desgracia, sino como una oportunidad de aprendizaje” y afirma: “Con el tiempo me fui convenciendo de que no me vendrían las soluciones de fuera, sino que las tendría que generar yo mismo, buscando las ayudas en caso necesario”.
En efecto, las crisis son oportunidades de aprendizaje, porque nos retan a descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, dado que la manera en que veníamos haciéndolas ya no funciona, claramente se ve que es un tema, en primer lugar, de actitud y, en segundo lugar, de capacidad de aprendizaje.
Ya lo afirmaba el Dr. Carlos Llano, hablando del salir de la crisis, en unas palabras donde hay una enorme coincidencia con el argumento de nuestro autor: (Cito): “Las crisis tienen indudables resonancias políticas y económicas, pero su verdadero eco se magnifica en los espacios internos del espíritu.
En el proceso de rescate de las crisis, el director de empresa ha de tener dominio, antes que nada, de sus sentimientos, no solo presionantes y tensionantes, sino también intensionantes. Lo cual resulta muy satisfactorio para todos aquellos que hemos pensado siempre que los problemas de la empresa no se amenguan con soluciones exteriores, y por ello superficiales, sino que su nervadura principal se halla siempre en la base caracterológica de sus responsables”.
